Reproducción de las plantas

La reproducción de las plantas es el proceso por el cual las especies del reino vegetal transmiten sus genes. Tiene como finalidad crear nuevos individuos para darle continuidad a su especie y conservar así la información genética. Casi todas las plantas se reproducen de manera sexual o asexual.

Por medio de este proceso se originan individuos genéticamente iguales a sus progenitores. Existen plantas que producen esporas para la dispersión y reproducción, otras lo hacen por angiospermas a través de sus flores y frutos.

Por otra parte, hay especies que se reproducen con gimnospermas, puesto que carecen de florescencia. Igualmente, en la naturaleza existen plantas hermafroditas o que poseen órganos reproductores tanto masculinos como femeninos.

Tipos de reproducción

La reproducción de las plantas sucede por medio de distintas formas y métodos, los cuales han surgido debido a los procesos evolutivos que atravesaron estos seres vivos.

Por eso, el tipo de reproducción de las plantas está directamente ligado a su especie en particular. En consecuencia, estos son los principales tipos de reproducción:

Con flores

En este proceso actúan una variedad de etapas, los cuales se describen a continuación:

La polinización de las flores

Se da por la intervención de distintos agentes externos como el viento, la lluvia o también por algunos insectos polinizadores que se encargan de transportar el polen de una planta hasta otra. De esa manera, se origina la fecundación en la planta receptora.

La fecundación de las plantas

Los granos de polen pueden formar un cigoto si caen en el pistilo de las plantas. A esto se reconoce como formación del embrión, el cual dará vida a un nuevo individuo.

La célula recién formada, se multiplicará y crecerá para derivar en una semilla. Después, la semilla se recubre por un fruto o capa que le dará la protección necearía hasta que finalice el proceso. El ciclo se completa cuando las aves o algunos insectos consumen el fruto y dejan caer la semilla al suelo.

La germinación de las plantas

Cuando una semilla cae al suelo y las condiciones del terreno son las adecuadas, se iniciará el proceso denominado germinación. Se trata del brote o apertura de la semilla para formar una nueva planta con raíces capaz de comenzar nuevamente el ciclo reproductivo.

Sin flores

Las plantas sin flores se clasifican en briófitas y pteridofitas. Para su reproducción entran en juego otros elementos presentes en este tipo de plantas como, por ejemplo, las esporas. Tal es el caso de los helechos o de algunos hongos que pertenecen al reino fungi.

El proceso empieza cuando las esporas que se encuentran en el adverso de las hojas se secan y son transportadas al ambiente por la acción directa del viento. Una vez que llegan al suelo o una superficie que reúna las suficientes condiciones de humedad, las esporas germinan.

Cuando esto ocurre, se forma un gametofito o individuo con ambos aparatos reproductores (masculino y femenino). Las condiciones de viento o lluvia continúan actuando para llevar al gametofito a otra planta con órganos femeninos, en donde nace otro individuo con las mismas condiciones genéticas.

Sexual

Es el tipo de reproducción más común en las plantas. Ocurre cuando el material genético de los progenitores se comparte o se unen los gametos masculino y femenino.

Puede suceder por autogamia o autopolinización, que es cuando la planta es capaz de fecundarse a sí misma. También, ocurre por alogamia (polinización cruzada) o, lo que es igual, cuando el viento y los insectos polinizadores diseminan el material genético de un individuo a otro.

El siguiente paso es la fertilización que ocurre luego de la polinización. Cuando el polen llega al pistilo, fertilizará al óvulo presente en el estigma. Esto da paso a las semillas y frutos que serán comidas por los animales para digerirlas y expulsarlas nuevamente al ambiente.

Asexual

Para la reproducción asexual solo se necesita el ADN de uno de los padres. Ocurre por mitosis o división celular para generar una nueva planta similar a su progenitor.

Para el proceso se necesitan esporas, rizomas, tubérculos, bulbos o propágulos. Igualmente, existe la multiplicación vegetativa que se realiza por medio de la intervención humana.

Dentro de la reproducción asexual de las plantas también se encuentra la fragmentación, el cual es un mecanismo por el que nacen nuevas especies a partir de pequeñas partes de la progenitora que caen al suelo.

Por ejemplo, las hepáticas se reproducen asexualmente por fragmentación. A este proceso también se le denomina propagación a partir de esquejes.

Ejemplo

Estos son algunos ejemplos de la reproducción de las plantas:

• Reproducción asexual: helechos, musgos, fresas (estolones), naranjos (esquejes), sorgos (rizomas), papas, zanahorias, entre otras.
• Reproducción sexual: el jazmín, magnolia, rosas, margaritas, dalias, melón, lechosa, entre muchas otras.

Importancia

La reproducción de las plantas es un proceso de vital importancia para el equilibrio ecológico y para la vida en la Tierra. En primer lugar, es fundamental para perpetuar las especies vegetales y para multiplicar a estos organismos autótrofos. A su vez, es un proceso que se traduce en mayor cantidad de alimentos para otros seres vivos.

Por otra parte, las plantas son las responsables de ejecutar el proceso de fotosíntesis y de generar oxígeno y CO₂ en el medio ambiente. Igualmente, la reproducción de las plantas mantiene la capa vegetal necesaria para los distintos ecosistemas, así como para el desarrollo y mantenimiento de todas cadenas tróficas o alimenticias.

Referencias

1. BBC. (Dakota del Norte). Reproducción en las plantas. Obtenido de https://www.bbc.co.uk/bitesize/guides/z2xg87h/revision/1
2. Elorza, M. I. (2009). Reproducción de plantas. Disponible en: http://www.munistgo.info/medio_ambiente/biblioteca_digital/Reproducci%C3%B3n_de_Plantas.pdf