Motivación

La motivación es un proceso que activa y orienta la conducta hacia un determinado objetivo y también es el interés que impulsa las acciones para satisfacer las necesidades. Se define como el conjunto de fuerzas internas o externas capaces de mantener dicha conducta en el tiempo.

Puede tener distintos estados de fuerza, por lo que mientras mayor es la motivación, existe más probabilidad de influir en el comportamiento para llegar a una meta.

Por lo tanto, es lo que crea una disposición, mantiene los estados mentales y una conducta prolongada en el tiempo para determinar el comportamiento en una situación dada. Se puede activar de manera intrínseca cuando lo que se desea causa agrado y satisfacción interior, pero también puede ser extrínseca, debido a que el activador o detonante es una recompensa externa.

Existen distintas teorías que explican los estados motivacionales. Algunas de las más conocidas son la pirámide de Abraham Maslow, la teoría del factor dual propuesta por Frederick Herzberg, entre muchas otras.

Motivación y estados mentales

La motivación es un concepto que explica las razones por las cuales las personas o los animales mantienen una conducta ante determinadas circunstancias.

Aunque las teorías conductistas tratan de explicar este proceso solamente por medio de la relación estímulo-respuesta, existen diferentes estados mentales como el deseo, las intenciones, las creencias, entre otros más, que pueden causar una predisposición hacia metas concebibles.

De hecho, cada persona tiene distintas motivaciones o deseos personales, laborales, deportivos o de cualquier índole, que la harán actuar y seguir adelante, inclusive, en las circunstancias más difíciles.

No obstante, no siempre los deseos desencadenan una acción que lleve a una meta, puesto que se necesita activar otros estados mentales para completar la tarea. Solo así, se hacen las actividades sin que se traduzcan en una carga o en una molestia.

Es decir, los estados mentales que se involucran en el proceso, son los que orientarán el curso de acciones hacia lo previsto. Más específicamente, son los activadores directos de la motivación.

Tipos de motivación

Las personas desarrollan distintos grados de motivación que se corresponden con el valor intrínseco que les produce alcanzar el objetivo. En consecuencia, existen distintos tipos de motivación, como por ejemplo:

Motivación extrínseca

Es aquella que surge fuera del individuo. A menudo implica obtener recompensas como dinero, trofeos, medallas o reconocimientos exteriores. Es un tipo de motivación que no tiene sus fundamentos en la satisfacción interior, sino en la cadena de recompensas que se deriva de llegar a la meta.

Por ejemplo, un estudiante puede terminar una carrera académica que no le agrada, únicamente por el hecho de tener el título o la acreditación legal en sus manos.

Motivación intrínseca

Se refiere a la que se genera por el simple hecho de experimentar satisfacción o agrado al hacer algo. Está relacionada directamente con la autorrealización y con el crecimiento personal, por lo que trae como consecuencia mayor productividad y desempeño.

En este tipo de motivación, las personas suelen dar lo mejor de sí mismas, puesto que disfrutan plenamente lo que están haciendo.

Por ejemplo, los deportistas que asisten a sus prácticas por el simple hecho de participar en su actividad favorita, una persona que hace un crucigrama porque le gusta, entre muchos ejemplos más.

Motivación positiva

Tiene que ver con la pasión y la satisfacción que produce en el individuo la acción que ejecuta. En consecuencia, mantiene sus acciones en el tiempo y sabe que los beneficios que obtendrá serán de su completo agrado.

Por ejemplo, aprender a tocar un instrumento musical favorito, destacar en una carrera artística, etcétera.

Motivación negativa

Es la que ayuda a un individuo a llegar a una meta para evitar consecuencias negativas. Por ejemplo, las personas que quieren dejar de fumar para prevenir problemas con su salud.

Motivación básica

Está estrechamente relacionada con el ámbito deportivo y se refiere al nivel de compromiso estable que mantienen los participantes a lo largo del tiempo. Igualmente, tiene que ver con el desempeño y las consecuencias que su actuación genera en el individuo.

Motivación personal

Es la energía interior que sirve para la toma de decisiones, así como para poner en marcha acciones y mantener en el tiempo actitudes que lleven a un fin específico. Cada individuo activa su comportamiento de acuerdo a su escala de valores para alcanzar aquello que le satisfaga.

Cuando las personas tienen un elevado nivel de motivación, sostienen sus decisiones y mantienen el enfoque en los actos que se proponen. Por el contrario, un bajo nivel de motivación trae como consecuencia procrastinación y poco entusiasmo.

Importancia

La motivación es esencial en la vida diaria porque involucra distintas fuerzas biológicas, sociales, emocionales y cognitivas que determinan el comportamiento. Es una fuente de energía que ayuda a persistir a través de los obstáculos y las dificultades hasta llegar a lo propuesto.

De hecho, sin la motivación, cumplir con tareas elementales o complejas se vuelve algo difícil y que no se mantendrá en el tiempo. Unido a eso, la motivación es importante porque sirve para:

• Aprender a manejar el estrés y la ansiedad ante las situaciones más conflictivas.
• Ayuda a tomar acciones inmediatas y evita comportamientos riesgosos o que comprometan a las demás personas.
• Mejora la eficiencia y el desempeño.
• Mantiene el enfoque y el control en lo que se está haciendo.
• Mejora el bienestar interior y produce felicidad.

Ejemplos

Debido a la importancia que tiene la motivación para el desempeño diario, son muchos los ejemplos que se consiguen de este proceso:

• Trabajar por una recompensa monetaria y por escalar a mejores posiciones dentro de una organización.
• Disfrutar haciendo ejercicios y comiendo sano para mantener una buena salud.
• Ejecutar o tocar un instrumento musical por el simple hecho de que le gusta a esa persona.
• Terminar una carrera académica para experimentar satisfacción personal.
• Completar un rompecabezas para terminar la pieza completamente.
• Aprender a conducir un automóvil y así no depender de otras personas para trasladarse de un sitio a otro.

La persistencia, la activación y la intensidad, son los tres componentes fundamentales que guían y mantienen el proceso.

Asimismo, el grado de cada uno de estos elementos afectará si se alcanza o no el objetivo, ya que la activación inicia la motivación, pero la persistencia y la intensidad determinan seguir trabajando hacia la meta establecida y cuánto esfuerzo se pone en ello.

Referencias

1. Huertas, J. A. (1997). Motivación. Querer aprender. Buenos Aires: Aique, 33. Disponible en: http://mateandoconlaciencia.zonalibre.org/TA_Huertas_Unidad_4.pdf
2. Maslow, A. H. (1991). Motivación y personalidad. Ediciones Díaz de Santos. Disponible en: https://books.google.co.ve/books?hl=es&lr=&id=8wPdj2Jzqg0C&oi=fnd&pg=PR13&dq=la+motivacion+&ots=F0f_-nNhem&sig=LADW3_beaCJReWL_vbEcititeN4&redir_esc=y#v=onepage&q=la%20motivacion&f=false