Silogismo

El silogismo en lógica es un razonamiento inductivo o deductivo que tiene dos premisas, una mayor y una menor, así como una conclusión que se genera de esas premisas.

Es decir, a partir de dos proposiciones o juicios se puede llegar a nuevos argumentos concluyentes. Deriva de la palabra griega “syllogismos”, la cual se traduce como “inferencia o conclusión”.

Fue un término acuñado por primera vez en la antigua Grecia, específicamente por Aristóteles, quien establecía que dos juicios conformados de sujeto y predicado dan lugar a una conclusión, también conocida como consecuente.

Elementos

Independientemente de la naturaleza de la temática, el silogismo siempre mantiene una misma estructura, la cual se compone de los siguientes elementos:

  • La premisa mayor: también denotada con P, es el equivalente a un predicado de la conclusión.
  • La premisa menor: denotada con S, es el equivalente a un sujeto de la conclusión.
  • El término medio: o M, es el punto en el cual las premisas se comparan.
  • La conclusión o el consecuente: es el juicio que resulta de la comparación establecida en P y M para negar o afirmar la relación que existe la premisa mayor y la premisa menor.

Clasificación de los juicios

En el silogismo los juicios se relacionan para construir el argumento a partir de la comparación que se realiza entre ellos. En este sentido, pueden ser:

  • Particulares: establecen una propiedad sobre los elementos.
  • Universales: expresan que los elementos responden a una totalidad.
  • Positivos o afirmativos: establecen una relación de afirmación o equivalencia entre los términos presentes.
  • Negativos: proponen una relación antagónica o de separación entre los elementos.

A partir de estos tipos de juicios, se derivan cuatro posibles argumentos en el silogismo, que pueden ser universal afirmativo, universal negativo, particular negativo o particular afirmativo, de acuerdo a las premisas que se presentan o se plantean.

Tipos

Los principales tipos de silogismos son los siguientes:

Silogismo categórico

Es el tipo más usual de silogismo, en el cual las conclusiones y las premisas son proposiciones simples para negar o afirmar la relación. Por ejemplo:

  • Premisa mayor: Todos los coches tienen neumáticos.
  • Premisa menor: Yo tengo un coche.
  • Conclusión: Mi coche tiene neumáticos.

Silogismo: Todos los coches tienen neumáticos. Yo tengo un coche. Mi coche tiene neumáticos.

Silogismo condicional o hipotético

Es aquel en que la premisa mayor establece una alternativa, mientras que la premisa menor afirma o niega el juicio. Se les llama hipotéticos porque sus premisas no siempre son válidas. Por ejemplo:

  • Premisa mayor: Luisa es inteligente.
  • Premisa menor: Como Luisa es inteligente, sacará buenas notas.
  • Conclusión: Si Luisa es inteligente, entrará a una buena universidad.

Silogismo: Luisa es inteligente. Como Luisa es inteligente, sacará buenas notas. Si Luisa es inteligente, entrará a una buena universidad.

Silogismo disyuntivo

En este tipo de silogismo solamente se afirma que una de las premisas es cierta, pero no ambas a la vez. Por ejemplo:

  • Premisa mayor: Este helado o de fresa o de chocolate.
  • Premisa menor: Este helado no es de chocolate.
  • Conclusión: Por lo tanto, el helado es de fresa.

Silogismo: Este helado o de fresa o de chocolate. Este helado no es de chocolate. Por lo tanto, el helado es de fresa.

Reglas

Para evitar que el resultado del silogismo contenga presunciones falsas y se considere una falacia, se siguen determinadas reglas que le dan rigidez a la conclusión. Dichas reglas son las siguientes:

  • Todo silogismo debe tener tres términos que son la premisa mayor, la premisa menor y la conclusión. Esto es inquebrantable.
  • La premisa menor debe estar contenida o distribuida en una de las otras premisas.
  • No pueden existir dos premisas negativas.
  • Si alguna de las dos premisas es negativa, la conclusión ha de ser también negativa.
  • Dos premisas afirmativas no pueden generar una negativa.
  • De dos premisas universales no es posible sacar ninguna conclusión.
  • Cualquier término que esté distribuido en la conclusión, debe estar en una de las premisas.
  • No puede aparecer en la conclusión el término medio del silogismo.
  • La conclusión debe ser más corta o de igual extensión que las premisas, pero nunca más larga.

Ejemplos

En este apartado, se muestran algunos ejemplos de silogismo:

  • Todos los humanos respiran. María es humana. María respira.
  • El BMW es un auto elegante. Los autos elegantes son costosos. El BMW es costoso.
  • La violencia es deplorable. Algunas protestas son violentas. Algunas protestas son deplorables.
  • Llueve todos los días. Cuando llueve saco el paraguas. Todos los días saco el paraguas.
  • Todas mis amigas saben bailar. Lucia no sabe bailar. Lucia no es mi amiga.
  • Todos los hombres son mortales. Dios es inmortal. Ningún hombre es Dios.

Referencias

  1. Suárez, R., & Villamizar, C. (2017). Silogismos y elementos que lo componen. Disponible en: http://metabase.uaem.mx/bitstream/handle/123456789/2327/432_17.pdf?sequence=1
  2. Trujillo, J. y otros (2007). Silogismo teórico, razonamiento práctico y raciocinio retórico-dialéctico. Revista Praxis Filosófica. Disponible en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-46882007000100005
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