Suelo

que es el suelo

El suelo es la parte más visible y superficial de toda la corteza terrestre. También, se le conoce como tierra. Está constituido por restos de rocas que se han originado por distintos procesos erosivos, además de la acción de otras actividades físicas y químicas provenientes de la naturaleza.

En cuanto a su estructura, es sumamente multiforme y diferenciado. Teniendo en cuenta que esta variedad está sujeta a las diversas condiciones climáticas, biológicas y geológicas.

El suelo es un elemento natural biológicamente activo, puesto que contiene material orgánico y residuos que provienen de la interacción de los organismos que habitan en él.

Estos microorganismos se encuentran tanto a nivel exterior como subterráneo, los cuales son esenciales para la fertilidad y para determinar el tipo de suelo.

Por otra parte, el suelo ha servido a lo largo de la historia como soporte vital para distintas actividades de los seres humanos. Por ejemplo, para los humanos sirve para las cosechas, para edificar las construcciones y para el desarrollo de distintas actividades económicas y sociales.

Igualmente, juega un papel esencial en las distintas cadenas tróficas y en los ciclos naturales. Esto se debe a que en él coexisten diferentes microorganismos que muchas veces son invisibles al ojo humano.

Sin duda, el suelo es una estructura fundamental, considerado un recurso tan valioso como el agua o el aire, los cuales son esenciales para el desarrollo de la vida en el planeta y cuyo equilibrio es imprescindible para el mantenimiento de las especies.

Composición

composicion del suelo

En cuanto a su composición, el suelo está conformado por distintos elementos, tanto sólidos, como líquidos y gaseosos.

Básicamente, se compone de cuatro elementos esenciales, los cuales se describen a continuación:

  • Material mineral: se trata de los distintos fragmentos de rocas y minerales que están presentes en el suelo. Es decir, es el componente inorgánico que puede venir de la roca madre o transportado por el viento y el agua. Algunas de las rocas que conforman el suelo pueden ser silicatos, carbonatos, de aluminio, entre muchas otras más.
  • La materia orgánica: no es más que los restos de plantas, animales y otros seres vivos que aportan nutrientes beneficiosos al suelo.
  • Los microorganismos: en el suelo se encuentran dos tipos de microorganismos: los que descomponen la materia orgánica (insectos, lombrices, entre otros) y los que descomponen esos restos organismo, como los hongos y las bacterias.
  • El agua y el aire: estos elementos están dispersos en los poros del suelo. En el caso del agua, es la que se encarga de distribuir los nutrientes y determinar la humedad de cada tipo de suelo. Por su parte, el aire del suelo es bajo en O2 y consumible para los microorganismos que habitan en el suelo. De acuerdo al tipo de suelo, también puede contener otros gases como el CO2 o, inclusive, metano.

Formación

La formación del suelo es un proceso muy lento. Inclusive, se necesitan millones de años para que el suelo alcance un espesor mínimo que soporte cualquier tipo de cultivo.

Uno de los primeros momentos de este proceso es la ruptura de las rocas, lo cual puede ocurrir por las siguientes causas:

  • El sol y el calor agrietan sus componentes.
  • Luego, el agua se filtra por esas grietas. Por la noche el frío congela las rocas y el agua presente en ella.
  • Como el hielo ocupa más lugar que el agua, hace que la roca reciba mucha presión y se fragmente.
  • Después, esas rocas pulverizadas son arrastradas por la acción del viento y la lluvia hasta ser depositadas en sedimentos más bajos.

Con el tiempo, aparecen distintos organismos, como musgos u otras plantas, que se alojan entre las grietas de los fragmentos de rocas.

Cuando estas plantas mueren, se transforman en restos de materia orgánica que termina de procesar las rocas, por lo que se hacen más diminutos los fragmentos y se completa la desintegración, junto con el enriquecimiento de nutrientes y minerales.

De esta manera, el suelo se hace más poroso y permite el crecimiento de otras plantas que ayudarán a consolidar distintos ecosistemas.

Características

Los suelos tienen características y propiedades que varían de un tipo a otro, inclusive, estas pueden cambiar de acuerdo a su localización, al clima y hasta por las especies que habitan en él.

No obstante, se pueden mencionar las siguientes características del suelo:

  • Los suelos tienen una gran carga de nutrientes que alimentan a los seres vivos que habitan en él. Dentro de estos elementos se encuentran el hidrógeno (H) y el carbono (C), los cuales actúan como componentes fundamentales en el desarrollo de la vegetación.
  • El suelo tiene distintos niveles de pH que determinan la fertilidad del mismo. En este sentido, pueden existir suelos muy alcalinos, ácidos o con un pH neutro.
  • En el suelo estén muchos organismos vivos que se encargan de producir y transportar los nutrientes fundamentales para la mineralización de la corteza terrestre y para que las plantas puedan asimilar estos nutrientes.
  • Los suelos tienen distintas durezas y texturas. Por eso, algunos son más blandos y otros más sólidos, lo cual también depende de su historia geológica.
  • Todos los suelos se encuentran en un constante proceso de cambio y mutabilidad, por lo cual sus componentes van a variar a lo largo del tiempo.
  • La textura del suelo es la que determina la facilidad para trabajarlo, así como la permeabilidad del mismo.
  • Otra característica resaltante de los suelos es su color. De hecho, por el color del suelo se puede identificar el tipo de material, el grado de humedad y hasta el nivel de fertilidad que ofrece.
  • Asimismo, su porosidad indica el grado de circulación que ofrece el suelo para algunos elementos como el agua y el aire.
  • Los suelos carecen de una estructura uniforme.

Cada una de estas características y propiedades, unido a los distintos factores climáticos y a la ubicación del sustrato, son los que determinan qué tipo de especies pueden desarrollarse en determinados suelos.

Tipos de suelos

Los tipos de suelos están determinados por su proceso de formación, así como por cada uno de sus componentes. En todo caso, se puede hacer la siguiente clasificación de los tipos de suelo, atendiendo a su estructura y a sus características físicas:

Por su estructura y proporción de las partículas

Tomando en cuenta la estructura de los suelos, se clasifican de la siguiente manera:

  • Suelo pedregoso: como lo indica su nombre, está formado mayormente de piedras. Se trata de suelos que no retienen la humedad y que no son aptos para los cultivos.
  • Suelo arcilloso: están compuestos por partículas muy finas que retiene mucha humedad. Además, son poco permeables, por lo que se deben combinar con otros tipos de materiales para poder aprovecharlos como suelos de cultivo.
  • Suelo calizo: este tipo de suelos se encuentra en las zonas desérticas o de climas muy secos y no sirve para cultivarlo. Suelen ser de color blanquecino.
  • Suelo arenoso: es un suelo muy permeable. Por eso, no puede retener el agua. Además, son muy poco fértiles y carecen de los nutrientes esenciales.
  • Suelo mixto: dentro de este tipo, se encuentran los suelos que se forman por la unión de dos o más suelos. Por ejemplo, es común mezclar suelos arenosos con arcillosos para aumentar sus nutrientes y propiedades.
  • Suelo humífero: contiene una gran cantidad de humus o materia orgánica en estado de descomposición. Por lo tanto, son los suelos que presentan las mejores condiciones para el sustento de distintas especies.

Por sus características físicas

De acuerdo a las propiedades físicas del suelo, se puede hablar de la siguiente clasificación, también conocida como la taxonomía Soil Taxonomy:

  • Vertisoles: estos suelos tienen una gran cantidad de arcilla y limitan el crecimiento de la vegetación.
  • Litosoles: son suelos muy delgados (de hasta 10 cm de espesor) y que contienen una gran cantidad de material calcáreo.
  • Aridisoles: se encuentran en las zonas áridas, tienen una gran cantidad de sales y no poseen mucha vegetación.
  • Cambisoles: tienen mucha arcilla y son suelos de formación joven.
  • Oxisoles: poseen un alto contenido de óxidos y desarrollan una buena proporción de humus.
  • Luvisoles: suelos con una saturación mayor al 50 % y que son arcillosos. No son muy apropiados para la siembra.
  • Molisoles: es un tipo de suelo rico en materia orgánica.
  • Alfisoles: son los suelos característicos de las zonas templadas.
  • Gelisoles: es un tipo de suelo que se caracteriza por tener una capa superficial de hielo que limita el crecimiento de la vegetación.

Importancia

Importancia del suelo

El suelo es uno de los elementos naturales fundamentales para la vida en el planeta. De hecho, es el punto de partida para muchas de las actividades esenciales de los seres vivos como los cultivos o la construcción de sus hábitats.

Además, su desequilibrio conduce a un descenso en la biodiversidad y hasta pone en riesgo la supervivencia de las especies.

Unido a eso, existen muchas otras razones por las cuales el suelo es importante, como las siguientes:

  • Es el principal componente de todo ciclo natural. Por ejemplo, el ciclo del agua necesita del suelo para poder completarse, ya que en él ocurren los procesos de escorrentía, transpiración y evo transpiración. Lo mismo sucede con otros ciclos naturales como el del carbono, fósforo, entre muchos otros.
  • Es un elemento filtrante y amortiguador. El suelo puede retener distintas sustancias mecánicas para filtrarlas y evitar que llegue hasta las principales corrientes de agua, lo cual evita la transmisión de elementos nocivos hacia otros seres vivos. Ahora bien, cuando existe la contaminación del suelo, el efecto es el contrario.

Contaminación

contaminacion del suelo

La contaminación del suelo es la pérdida de la calidad natural del mismo debido a la presencia de agentes contaminantes, bien sea en estado líquido, sólido o gaseoso.

Algunos de esos agentes contaminantes del suelo son visibles a simple vista, como en el caso de los restos de basuras. No obstante, en otros casos, los elementos contaminantes son invisibles al ojo humano, pero produce graves consecuencias que generan la incompatibilidad de sus componentes con los demás seres vivos.

Igualmente, la contaminación del suelo se puede trasladar hacia otros elementos naturales como el aire y el agua, puesto que algunos efectos climáticos como la lluvia y el viento tienen la capacidad de “arrastrar” parte de la contaminación del suelo hacia distintos ecosistemas.

Además, la contaminación del suelo, puede generar las siguientes consecuencias:

  • Un cambio climático.
  • Problemas de salud y aparición de enfermedades.
  • Disminución de la cantidad y del grado de calidad de las cosechas.
  • Desaparición de algunas especies y migración de las poblaciones.
  • Impacto en la economía por la desertificación de algunas regiones.

Cuidados

Para cuidar el suelo es indispensable aprender a gestionar el manejo de los residuos de carácter doméstico e industrial. Igualmente, es fundamental aplicar ciertas medidas para su conservación, dentro de las cuales se mencionan las siguientes:

  • Evitar la compactación del suelo, ya que para que el aire, el aire y los nutrientes sean absorbidos por las plantas es necesario que el suelo tenga un bajo nivel de compactación.
  • No botar sustancias nocivas, químicas o basura en el suelo.
  • Enriquecer los suelos con materia orgánica para la conservación de los cultivos.
  • Reforestar constantemente y practicar las actividades agrícolas de manera consciente.

Factores que influyen en la fertilidad del suelo

fertilidad del suelo

Existen distintos factores que influyen directamente en la fertilidad del suelo. Dentro de las principales causas de alteración de esta fertilidad se encuentra la deforestación, la erosión y la contaminación ambiental.

Es importante recordar que la fertilidad del suelo es la capacidad que tiene este recurso natural para sustentar los cultivos y optimizar su crecimiento. Esto se traduce en auto sustentabilidad alimentaria.

Por lo tanto, es esencial trabajar para mejorar la estructura de los suelos a través del uso consciente del mismo y de la aplicación de técnicas que fortalezcan los nutrientes y las propiedades naturales de este recurso que es invaluable para la vida.

Referencias

  1. Euskadi. (2022). Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente. ¿Qué es el suelo? Disponible en: https://www.euskadi.eus/informacion/suelo/web01-a2inglur/es/.
  2. FAO. (2022). Sistema de clasificación de los suelos. Disponible en: https://www.fao.org/3/w1309s/w1309s04.htm

 

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