Admiración o exclamación

admiración o exclamación

En la escritura, este es un tipo de signo de puntuación que se emplea para hacer notar un cambio de entonación e intención en el mensaje que se está transmitiendo. Es así como con los signos de admiración o exclamación se puede especificar emociones, como la euforia, la molestia y hasta la felicidad.

Lograr identificar cuál de ellas, tiene mucho que ver con el contexto en el cual se esté transmitiendo el mensaje escrito. Su uso es bastante importante, pues en él radica la identificación de los rasgos no verbales dentro del texto.

¿En qué contextos de utilizan?

Los signos de exclamación son bastante versátiles y se adaptan a distintos contextos y hasta tipos de textos. Por ejemplo, en los textos narrativos dentro de la literatura son fundamentales para así poder estar inmerso en la historia. Una novela que no posea estos signos en los momentos correctos no permitirá que se sepan los sentimientos de los personajes.

En otro ámbito, en los textos de tipo científico son utilizados. Aunque su uso dentro de la escritura científica es menor, puede taambién emplearse. Sobre todo cuando se trata de textos que tienen que ver con transcripciones del habla. Al transcribir es necesario reflejar la intencionalidad de quién habla y la mejor forma de hacerlo es con estos signos.

Uso correcto

En el lenguaje castellano este el signo de admiración o exclamación doble, existe uno de apertura (¡) y otro de cierre (!) como regla básica, los dos deben ser colocados para que se gramaticalmente aceptado.

Como este signo es utilizado para expresar emociones e intencionalidades que en el texto no se reflejan es importante que los dos estén. Ellos servirán para dejar en claro al lector en dónde comienza la emoción que se busca transmitir y en dónde termina.

Oraciones parciales y totales

Su uso dependerá también de la posición que tenga dentro de la oración. Existen dos maneras de utilizarlos:

En las oraciones parciales: Usualmente, en este tipo de construcción, el signo de exclamación está inmerso en una oración en donde el inicio de la misma no es con el signo. Es decir, se inicia la oración con un mensaje complementario y luego se introduce el signo de exclamación para reflejar la emoción.

En ese caso, se utiliza una como antes del signo de exclamación, y aunque por regla general luego de este signo se escribe una mayúscula, dentro de las oraciones parciales no es así. Al tener la coma antes del signo, se escribe el mensaje iniciando en minúscula.

Por ejemplo:

  • La cena es en una hora, ¡apúrate!
  • No sé si creerte, ¡mentiroso!

En las oraciones totales: La posición de los signos de exclamación en este tipo de oraciones cambia, en este caso, el mensaje inicia y cierra con el signo. En cuanto a estas oraciones sí aplica la regla inicial de escribir una mayúscula luego del signo de exclamación.

Por ejemplo:

  • ¡Me siento muy feliz!
  • ¡Cuánto tiempo sin verte!

Exclamaciones consecutivas

En ocasiones, dentro de una oración se desean transmitir diferentes mensajes que incluyen signos de exclamación. A eso le llamamos exclamaciones consecutivas y se deben separar con comas si el mensaje es el mismo y se inicia con minúscula.

Por ejemplo:

  • ¡No quiero que te vayas!, ¡te quiero!
  • ¡Mira qué bonito es!, ¡me encanta!

En caso de que el primer mensaje no complemente sino añada otra información a la oración, se debe escribir sin coma y allí inicia en mayúscula.

Por ejemplo:

  • ¡Estás loco! ¡Vete de aquí!
  • ¡Me has mentido! ¡Te odio!

Frases interrogativas y exclamativas

Al hablar, dependiendo de la situación, se suele hacer una pregunta, pero también con una intensidad que corresponda a la exclamación. En esos casos, se puede complementar el signo de exclamación con uno de interrogación para que el mensaje quede claro.

Por ejemplo:

  • ¡¿Qué te pasa?!
  • ¡¿Cómo has podido hacerme esto?!

Para qué sirven el signo de admiración o exclamación

La utilidad de los signos de exclamación es importante. Esto tiene que ver con que existen ciertas limitaciones entre el lenguaje oral y el escrito. Si se está hablando, fácilmente se pueden dar mensajes con curvas tonales que indiquen emociones. Al hablar, se deja un mensaje un poco más claro.

Cuando se escribe, la ausencia de la tonalidad del habla deja al texto desprovisto de contexto y de la intencionalidad inicial de quien envía el mensaje. Al hablar de los signos de exclamación hacemos referencia a la representación gráfica de una curva tonal dentro de un texto.

Su uso le da contexto y fuerza al mensaje que se envía. Si no se presenta dentro de un mensaje que debería tenerlo, se puede dar paso a la ambigüedad dentro del texto y las interpretaciones pueden ser muchísimas.

Para que se pueda dar una comunicación efectiva, el mensaje no solo tiene que ser enviado, también es necesario que se decodifique de la forma correcta. Y al no tener la información necesaria, este proceso comunicativo no se da como debería.

¿Qué puede indicar un signo de exclamación o admiración?

Ya sabemos que su uso radica en indicar a quien lee diferentes emociones. Para que quede un poco más claro lo ejemplificaremos.

Orden: ¡Vete de mi casa, no te quiero ver más!

Súplica: ¡Por favor, quédate conmigo!

Admiración: ¡Oh! ¡Pero qué bien te ves con esa ropa!

Alegría: ¡He conseguido el empleo! ¡Qué felicidad!

Enojo: ¡Estoy harto de ti, no te soporto!

Ejemplos

El uso de los signos de exclamación suelen ser utilizados en diferentes ocasiones. A continuación les mostraremos algunas en las que se suelen emplear:

Interjecciones

  • ¡Ay!
  • ¡Ah!
  • ¡Uy!

Apelaciones

  • ¡Hey!
  • ¡Eh, mira!

Onomatopeyas

  • ¡Miau!
  • ¡Toc! ¡Toc!
  • ¡Ring! ¡Ring!

Negación

  • ¡No, no puede ser!
  • ¡Ni se te ocurra!

Signos dobles o triples

Aunque esta no es una regla básica, como nos referimos a la representación escrita de una emoción, dependiendo del contexto se pueden utilizar dos o tres signos de exclamación para indicar una emoción con un nivel de euforia elevado.

  • ¡¡¡Va a ser varón!!!
  • ¡¡Feliz cumpleaños!!
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