Recursos literarios

Recursos literarios

Los recursos literarios se definen como una serie de herramientas usadas por los autores de la literatura, para generar un efecto específico en el estilo de su texto, con el fin de que el lector u oyente lo pueda interpretar. Puede referirse a aspectos sintácticos, semánticos y fonológicos de las palabras afectadas. En otro sentido, se puede decir que son usos inusuales o especiales del lenguaje, ejecutados de diferente forma a diferencia de otra clase de recursos cotidianos.

Se pueden designar como figuras retóricas o literarias, ya que se definen como formas inusuales de expresar las palabras, por lo que difieren de su uso más común. Sirven como recursos de repetición, omisión, ampliación y otros tipos, que permiten realizar calificaciones, comparaciones, expresar sonidos, entre otros. Es decir, se trata de formas de expresión distintas, la cual aplica métodos que varían la forma común de usar el lenguaje.

Clasificación y ejemplos

Recursos literarios. Clasificación y ejemplos
Como figuras literarias que son, esta clase de recursos se clasifican en morfosintácticos, léxico-semánticos y fónicos:

Recursos literarios morfosintácticos o gramaticales

Los recursos literarios morfosintácticos se relacionan con la aplicación de estrategias en la redacción, alterando el orden de las frases y reglas gramaticales, entre ellas se encuentran:

  • Anáfora: es la repetición de palabras al principio de uno o más frases y versos, el cual produce un efecto enfático, musical o melódico. Por ejemplo: “Yo soy fleco de oro/ de la lejana estrella/ yo soy de la alta Luna”, de Gustavo Adolfo Bécquer.
  • Anadiplosis: tiene relación con la redacción de versos que presenta una o varias palabras repetitivas al final y principio del mismo. Un ejemplo de este recurso literario es: “El alma de Blancaflor / herida flota en el río / en el río del amor”, de Óscar Hahn.
  • Concatenación: se refiere al desarrollo o repetición de la última palabra, expresión o frase anterior de un texto para dar inicio a otra. Por consiguiente, se basa en creaciones de secuencias de frases. Por ejemplo: “María mira al gato, el gato ve al ratón y el ratón se fija en el queso”
  • Derivación: conocida como Políptoton, se considera una subparte de la paranomasia y se caracteriza por usar varias formas de la misma palabra, tomando en cuenta la raíz de la misma. Se basa en la repetición y un ejemplo de la misma es: “Flor, floristería y florecita”
  • Epífora: se conoce como conversión o epístrofe, es un recurso literario en el que se puede emplear más de una palabra al culminar una oración consecutiva, por lo que tiene lugar principalmente en frases o versos. Por ejemplo: “A corazón suenan, resuenan, resuenan”, de Rafael Alberti.
  • Epanadiplosis: llamado redición o epanalepsis, se basa en duplicar un mismo término, tanto al inicio como al final de un enunciado, oración o frase. Se pueden usar una o más palabras. Por ejemplo: “Verde que te quiero verde/ Verde viento/Verdes ramas”, de Federico García Lorca.
  • Polisíndeton: se encarga de construir conjugaciones en un mismo texto o frase, pueden emplearse más de una conjugación con el fin de darle mayor intensidad a la oración. Por ejemplo: “Que acompaña a la ciega/ y las meninas y la misma enana/ y el Príncipe de Francia y su Princesa”, de Andrés Eloy Blanco.

Recursos léxico-semánticos

Recursos literarios. Recursos léxico-semánticos
Los recursos léxico-semánticos corresponden a todos aquellos que se centran en el significado que pueden presentar las palabras, así como el uso especial que cada término tiene. Entre estos recursos, se encuentran los siguientes:

  • Antítesis: se usa para expresar la contraposición de dos frases o sintagmas. Es un recurso estilístico, que permite al autor realizar expresiones mucho más eficaces. Un ejemplo de la misma es: “Yo velo cuando tú duermes, yo lloro cuando tú cantas”, de Miguel De Cervantes.
  • Apóstrofe: es un recurso literario en el que se interrumpe abruptamente el discurso de la oración o frase, con el fin de dirigirse con pasión a una persona o cosa personificada, la cual puede ser real o no. Por ejemplo: “Vida, ¿qué puedo yo darle/ a mi Dios que vive en mí/ si no es perderte a ti/ para mejor a Él gozarle?”, de Santa Teresa de Jesús.
  • Símil: es aplicado para realizar una comparación o destacar las semejanzas entre dos objetos, emociones o personas. Esto, usando un nexo gramatical, el cual puede ser: “parecido a”, “como”, entre otros. Por ejemplo: “Tus ojos son como dos zafiros que iluminan la noche”.
  • Epíteto: es una clase de adjetivo, que destaca una cualidad del sujeto o sustantivo de la oración. Se diferencia de un adjetivo común porque emplea características antepuestas. Por ejemplo: “La roja flor es hermosa”.
  • Hipérbaton: es empleada para alterar el orden común de las oraciones. En otras palabras, modifica la sintaxis convencional que componen la estructura de los enunciados. Por ejemplo: “Corría rápido el perro”.
  • Hipérbole: es una exageración, que puede disminuir o incrementar una característica, función o propiedad del sujeto de una oración. Por ejemplo: “Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento”, de Miguel Hernández.
  • Metáfora: se encarga de determinar una relación entre el significado de un elemento con otro, con el fin de establecer una semejanza. A diferencia del símil, no hace uso de nexos gramaticales. Por ejemplo: El Sol es un globo de fuego.
  • Humanización: también llamado prosopopeya, tiene como propósito aportarle a las cosas y animales cualidades que son propias de los seres humanos. Por ejemplo: “El árbol estaba triste porque ya no escuchaba la risa de los niños”
  • Metonimia: se le llama también trasnominación y se encarga de designar un objeto o acción con el nombre de otra, la cual puede guardar una relación semántica. Por ejemplo: “Quiero una Coca-Cola”
  • Imagen: es un recurso muy usado por los escritores, ya que permiten emplear diferentes palabras y adjetivos para que el lector pueda tener una imagen mental de lo que se narra en una frase, relato o libro. Por ejemplo: “El violín negro”
  • Interrogación retórica: son una clase de pregunta en la que el autor no espera respuestas, pues se emplea con el fin de invitar al lector a reflexionar y tiene lugar en discursos argumentativos. Por ejemplo: “¿Por qué a mí?”
  • Ironía: se caracteriza por brindar una información contraria o distinta a la que realmente se expresa. Por lo general, se dice que es usada para simular ignorancia. Por ejemplo: “La estación de bomberos se incendió”
  • Lítote: es un recurso que no manifiesta todo aquello que se desea dar a entender, pero que deja una clara intención de aquello que desea expresar. En otras palabras, informa algo de una manera menos intensa de la que se quiere dar a entender. Por ejemplo: “No es mala idea (para decir que es buena idea)”
  • Sinestesia: es una combinación de diferentes sensaciones o tipos de imágenes relacionadas con los sentidos, entre ellas táctiles, olfativas, gustativas, visuales y auditivas, la cual tiende a asociar sentimientos. Por ejemplo: “Se mueve al ritmo de la música”.

Recursos literarios fónicos

Recursos literarios. Recursos literarios fónicos
Se relaciona con la fonética, por lo que se vincula con la musicalidad y sonidos que presentan las palabras al momento de escribirlas. Entre esta clase de recursos, se encuentran:

  • Aliteración: tiene lugar cuando existe la repetición de sonidos, en una palabra, frase o verso. Como resultado, es común encontrar este recurso en adivinanzas. Por ejemplo: “En el silencio solo se escuchaba un susurro de abeja que sonaba”, de Garcilaso de la Vega.
  • Onomatopeya: se centra en la imitación de los sonidos, acciones o fenómenos visuales representados en palabras, por lo que es muy común en el habla cotidiana. Por ejemplo: “Cloc cloc, hacía la gallina”.
  • Paranomasia: conocida también como prosonomasia, annominación, adnominación o agnominación, es un recurso en el que el autor emplea palabras con sonidos semejantes, pero con una connotación distinta. Por ejemplo: Un hombre a hombros del miedo”, de Blas de Otero.

Los recursos literarios permiten a los autores llegar al lector de una manera más íntima, ya que son instrumentos dirigidos a generar un efecto único a nivel gramatical, semántico y fónico.

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