Convivencia

Convivencia

La convivencia es el acto de coexistir armoniosamente con un grupo de personas dentro de un mismo entorno. Esta palabra proviene del verbo convivir, el cual hace alusión a la acción de compartir cotidianamente con otros seres vivos en cualquier ámbito, bien sea social, laboral, académico, familiar, entre otros. Su desarrollo y aplicación promueve valores esenciales en la sociedad como el respeto, empatía, honestidad, etc.

El ser humano es un ente netamente social, por lo tanto, la convivencia es necesaria para poder adecuar un ambiente saludable con un estilo de vida agradable. De hecho, convivir con otras personas no es una actividad sencilla, pero refuerza los valores y ayuda a mantener una mente sana. En vista de ello, es imprescindible conocer su concepto, tipos, diferencias entre una convivencia sana y tóxica y su importancia.

Tipos y áreas de convivencia

Existen diferentes tipos de convivencia de acuerdo al área en el que se desarrolle. Se puede convivir en un entorno familiar, educativo, social, laboral, entre otros. Es necesario aprender a diferenciar cada uno de ellos para reconocer cuáles son las normas de convivencia que se deben aplicar.

Humana

La convivencia humana es la madre de todas las convivencias. Antes de cualquier profesión, título u oficio, las personas son seres humanos con sentimientos y emociones. En vista de ello, convivir de forma humana representa el reconocimiento mutuo como seres con diferencias. Por lo tanto, fomenta la autovaloración, la empatía y el respeto hacia lo desconocido.

Social

Convivencia social
La convivencia social hace referencia al vivir en sociedad
, en otras palabras, al compartir en compañía de otras personas o grupos. La sociedad es el conjunto de individuos dentro una cultura o civilización, por lo tanto, requiere de ciertas normas y principios que promuevan el entendimiento general. Este tipo de convivencia se puede observar en las grandes ciudades, pueblos, pequeñas urbanizaciones, conjuntos residenciales, entre otros.

Escolar o académica

Convivencia escolar o académica
Se trata de la convivencia que se promueve dentro de las instituciones educativas. Desde la educación básica hasta la educación superior, las personas deben aprender normas de convivencia escolares que fomentan la disciplina, el orden, rigor, compañerismo y trabajo en equipo.

Inclusive, es el primer ámbito formal en el que las personas se relacionan con otros seres de manera racional y consciente. Por lo tanto, se enseña el respeto hacia las demás ideas, la expresión verbal coherente, resolución de problemas, entre otros.

Familiar

Convivencia familiar
La convivencia familiar es uno de los cimientos más importantes para una convivencia social saludable. Como lo dijo Juan Pablo II: “La familia es la base de la sociedad y el sitio donde aprendemos los valores que nos guían toda la vida”. En vista de ello, es importante que en todas las familias se enseñen valores de solidaridad, empatía, amor, unión, etc.

Asimismo, se debe promover confianza, educación y respeto para garantizar un adecuado desarrollo psicológico. Todo lo que se enseñe en el hogar, será exteriorizado por las personas quienes conviven dentro de esa familia.

Infantil

Convivencia infantil
La convivencia infantil puede dividirse en dos aspectos: convivencia con niños o entre niños. La primera consiste en interactuar con niños dentro de un núcleo familiar o en un contexto escolar. En ambos casos se desarrolla la compresión, el aprendizaje, la paciencia y distintos medios de enseñanza a través de juegos.

Por su parte, la convivencia entre niños ayuda a que los infantes aprendan a reconocer y desarrollar los primeros sentimientos con su entorno y con quienes lo rodean. De esta manera, se inicia el desarrollo motor y cognitivo.

Democrática

Convivencia democrática
Se conoce como convivencia democrática a la interacción pacífica de diferentes partidos políticos o el respeto hacia personas con diferencias sociales, culturales, idiomáticas, religiosas, racionales, etc. De igual forma, forma parte del poder para proponer y analizar las mejores alternativas u opciones que beneficien los intereses particulares y a la sociedad.

Ciudadana

Convivencia ciudadana
Esta convivencia se caracteriza por desarrollar el respeto, la responsabilidad, el cumplimiento de normas y la autorregulación con el fin de beneficiar a todos los ciudadanos. Asimismo, se encarga de impulsar la participación ciudadana en procesos institucionales y puede observarse cotidianamente en actividades comunales, conferencias, consulados, discursos políticos, entre otros.

Con mascotas

Convivencia con mascotas
La convivencia con animales domesticados o mascotas (como perros, gatos, loros, conejos, etc.) es una de las convivencias más beneficiosas a nivel físico y mental. Los animales son seres inteligentes que necesitan todos los cuidados que cualquier humano requeriría: vacunas, ejercicio físico, aseo, etc. Pueden comprender regaños, halagos y momentos de alegría o peligro. Saben amar y cuidar a sus dueños y protegerlos ante diferentes situaciones.

Por ello, los estudios realizados en la Universidad de Liverpool afirman que convivir con una mascota desde la infancia, ayuda al desarrollo de la responsabilidad, las facetas emocionales, afectivas y de autoestima. Se puede aprender sobre fidelidad, compasión, consideración, amor y cuidado cuando se convive con un animal doméstico.

Con el medio ambiente

Convivencia con el ambiente
Este tipo de convivencia se caracteriza por reconocer y respetar la naturaleza. Implica tener consciencia de las áreas verdes y sus beneficios para protegerlo o regenerarlo en caso de que haya sufrido algún daño. Es importante enseñar que muchos recursos naturales no son renovables, por eso es indispensable actuar con responsabilidad para conservar el medio ambiente.

Valores

Para que la convivencia pueda tener una base sólida, se debe apoyar de distintos valores que resaltan su importancia. Entre los valores más importantes están:

  • Solidaridad.
  • Respeto.
  • Consideración.
  • Empatía.
  • Responsabilidad.
  • Honestidad.
  • Compañerismo.
  • Trabajo en equipo.
  • Tolerancia.
  • Paciencia.
  • Humildad.

Importancia

La importancia de la convivencia recae en el reconocimiento individual como un ser social para conocer y aceptar a otras personas con sus propias diferencias o características. Es necesaria para vivir en armonía con todo aquello que rodee el entorno en donde se habite. Es menester de la sociedad, puesto que ayuda a desarrollar valores importantes para el crecimiento colectivo. De igual forma, brinda la seguridad de vivir en un ambiente pacífico y placentero.

Problemas de una mala convivencia

Si las personas viven en una convivencia insana pueden empezar a padecer problemas de ansiedad, estrés, depresión y desosiego. En las malas convivencias predomina la intolerancia y la poca empatía, por lo tanto, genera un ambiente hostil que no es recomendable para ninguna persona.

De igual forma, las relaciones tóxicas dentro de esta convivencia pueden repercutir en la salud física. El estrés afecta gravemente a los músculos y desencadena insomnio, taquicardia o poca concentración. La rabia ocasiona daños al hígado y la vesícula mientras que la angustia provoca inconvenientes en los riñones, promoviendo la debilidad y el dolor lumbar.

Diferencias entre una convivencia sana y otra tóxica

Diferencias entre una convivencia sana y otra tóxica
Resulta importante aprender a identificar las diferencias entre una convivencia sana y una tóxica, para aplicar soluciones inmediatas que no perjudiquen la coexistencia con las demás personas. Estas son varias acciones que se pueden reconocer al instante:

  • Una convivencia sana aporta ideas para crecer en comunidad y fomenta los valores para promover seguridad. Por su parte, la convivencia tóxica propone excusas para no alcanzar un fin común o para beneficiar un objetivo en particular.
  • La convivencia sana se caracteriza por resolver problemas que aquejan al entorno. Por otro lado, una convivencia tóxica se victimiza y adjunta la responsabilidad a otros factores.
  • Hablar con serenidad, educación y respeto es una característica clave de una convivencia sana. Caso contrario a lo que sucede en la convivencia tóxica, en la cual predomina la violencia y el maltrato.
  • Los prejuicios no son admitidos en una convivencia saludable.
  • Los chismes que perjudican la reputación de las personas son características predominantes en una convivencia tóxica. Por su parte, en una sana convivencia todas las personas viven su vida sin interferir maliciosamente en la de los demás.
  • En una convivencia saludable, se genera una atmósfera positiva de respeto e integridad. En cambio, la mala convivencia crea negatividad y poca empatía.
  • La convivencia insana proyecta sus carencias, pero no propone planes de acción para solventar los inconvenientes.

Normas de convivencia (pautas y recomendaciones)

Las normas de convivencia son reglas estipuladas con el objetivo de controlar las acciones para promover el respeto y la tolerancia. De esta manera, se previenen los conflictos, se garantiza una sana interacción y se obtiene una mejor organización del entorno. Algunas recomendaciones a tener en cuenta son:

  • Respetar el espacio y las diferencias de cada individuo. Se debe promover un trato igualitario y no discriminatorio por ningún tipo de motivo, ya sea religioso, de raza, preferencia sexual, entre otros.
  • Evitar temas polémicos que generen controversias y malos entendidos (religión, política, sexo, dinero, etc.). En caso de hablarlos, dirigirse a la otra persona con sumo respeto y educación.
  • Comunicar las ideas con respeto, coherencia y responsabilidad.
  • Aplicar la cortesía para cualquier hora del día.
  • Mantener un volumen y tono de voz adecuado al dirigirse hacia otra persona.
  • Cuidar los espacios verdes y áreas comunes.
  • Hacerse responsable de los actos en caso de perjudicar algún bien común o a una persona, bien sea de manera accidental o intencional.
  • Fomentar la empatía. Ponerse en el lugar de las otras personas ayuda a identificar las acciones que son más favorables.
  • Evitar los ruidos en las horas nocturnas. Por lo general muchas personas descansan en horas de la noche, por lo tanto, se debe respetar este proceso para evitar inconvenientes.
  • No crear rumores ni fomentar los chismes. Se deben evitar los comentarios que no aportan nada y afectan la integridad o reputación de una persona.
  • Todo acto de violencia repercute en los demás.

En conclusión, la convivencia es un acto necesario para vivir saludablemente dentro de un mismo entorno. Mantener una sana convivencia ayuda a fortalecer la mente, la salud física y promueve un estilo de vida agradable para cualquier ser vivo.

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