Bullying

Se denomina bullying al maltrato físico, psicológico o verbal que sufre un niño por parte de otro con total intención. Este abuso es de forma reiterada y violenta. La palabra “Bullying” proviene del término “Bully” que significa “matón”, “peleón” o “intimidar”. Al agregarle un “ING”, se convierte en una acción continua que se traduce en “Intimidación” o “Acoso”. Es un término nuevo que ha tenido mayor peso y alcance en la sociedad con el paso de los años.

De hecho, el bullying es popularmente conocido también como acoso escolar. Son maltratos recibidos por parte de una o varias personas con el objetivo de incomodar, amedrentar o acobardar a la víctima. Los niños o adolescentes que sufren de bullying presentan problemas de concentración y desarrollan inseguridades que no les permite una adecuada integración social. Por ello, es importante aprender todo lo relacionado con este término.

Definición técnica

Su origen es inglés es se traduce como “Acoso”, “Intimidación” o “Amedrentamiento”. Hace referencia a las ofensas, humillaciones y maltratos ejercidos por un niño a otro. La palabra bullying no está aceptada en la DRAE, puesto que se considera un barbarismo, es decir, una palabra extranjera que aún no es agregada a la lengua.

Su sustituto sería “Acoso”, el cual tiene la definición de “práctica ejercida en las relaciones personales, consistente en dispensar un trato vejatorio y descalificador a una persona con el fin de desestabilizarla psíquicamente”.

Causas

Las personas que ejercen el bullying, por lo general viven en un ambiente violento e incomprensible. De igual forma, presentan o desarrollan un tipo de psicopatología como la distorsión de la realidad o la ausencia de empatía. Los agresores no tienen sentido de respeto y solidaridad, además de ser incapaces de percibir el sufrimiento ajeno.

En algunos casos, las personas acosadoras son acosadas por alguien cercano a su entorno. Asimismo, todos los agresores están predispuestos a la violencia, pues es el único recurso que conocen para “hacerse respetar”. Es un medio natural dentro de una familia decadente o que presenta dificultades socioeconómicas.

Identificación

Son muchas las características y señales que pueden detectarse para confirmar que hay casos de bullying en el área escolar. Algunos de ellos son:

• El bullying es realizado por uno o varios individuos.
• Las víctimas son más retraídas de lo habitual y les cuesta expresar abiertamente sus sentimientos.
• Predominan las conductas violentas que pueden demostrarse en agresiones físicas, verbales o psicológicas.
• La víctima tiene un constante miedo en asistir a la escuela o iniciar relaciones interpersonales.
• Heridas en el cuerpo.
• Llantos sin razón e incontrolados.
• Cansancio.
• Miedo a estar solos.
• El agresor se caracteriza por tener una sensación de superioridad por ser mayor o tener más fuerza.
• La víctima posee una actitud de sumisión o acosado.
• Mantienen silencio y desconfían de las personas a su alrededor.
• No son capaces de delatar a su agresor estando en frente de él por miedo a una represalia.
• La víctima será más hostil, nervioso y solitario.
• El rendimiento académico puede decaer.
• Pensamientos e intentos suicidas.

Consecuencias en la salud física y mental

Como los niños y adolescentes están en proceso de crecimiento, sufrir bullying afectará su desenvolvimiento, puesto que los agresores le inculcarán pensamientos inapropiados. En vista de ello, puede desarrollar algunas de estas consecuencias:

• Actitudes pasivas.
• Desarrollo de inseguridades.
• Trastornos emocionales.
• Culpabilidad.
• Abandono o miedo escolar.
• Sentimientos de odio y rencor.
• Desconfianza en las personas.
• Depresión.
• Desmotivación.
• Sensación de ahogo.
• Dolores de cabeza y malestar generalizado.
• Problemas psicosomáticos.
• Riesgos de sufrir ataques de pánico.
• Manifestaciones de ira.
• Sentimientos de culpa.
• Falta de apetito.
• Trastornos alimenticios.
• Estrés.
• Pesadillas.
• Insomnio.
• Ansiedad.
• Dificultad para tener nuevas relaciones.
• Pensamiento suicidas.
• Deseos de venganza.

Tipos o clases

Existen diferentes medios por los cuales los agresores pueden ejercer el bullying en sus víctimas. Por ahora, hay 6 reconocidos y estos son:

• Físico: este tipo de bullying puede clasificarse en los actos de contacto físico, como golpes, empujones, patadas, palizas, etc., y los actos que no requieren de contacto físico, como robar, patear o dañar sus pertenecías.
• Psicológico: se encarga de disminuir la autoestima de la víctima y fomentar miedos, inseguridades y temores. En este bullying predominan los chantajes, la manipulación, amenazas y la realización de actos en contra de la voluntad de la víctima.
• Sexual: hace referencia al acoso, abuso o violaciones sexuales. Las niñas y las personas homosexuales son las más vulnerables.
• Verbal: está relacionado con los insultos, humillaciones, apodos denigrantes, creación de chismes que perjudiquen la reputación y promuevan el rechazo social. Asimismo, también son características las burlas por su condición o rasgo físico.
• Social: se caracteriza por ignorar, excluir o aislar a la víctima de un círculo social o de las actividades grupales, bien sea por discriminación racial, intelectual, económica, etc.
• Cibernético o ciberacoso: con el auge de las nuevas tecnologías, los agresores han conseguido un medio más para humillar, intimidar o acosar a las víctimas. A través de las redes sociales, se comparten contenidos visuales ofensivos o difamatorios que atentan contra la integridad de la víctima, la cual es vista, comentada y compartida por muchos usuarios.

Combatir el bullying

Para combatir los efectos del bullying será necesario acudir a terapia psicológica, pues esta profesión ayudará a crear confianza en sí mismo y resiliencia. En casos extremos, se tendrá que recurrir a tratamiento farmacológico y ayuda psiquiátrica para evitar las autolesiones, suprimir los pensamientos suicidas y superar las depresiones.

El agresor también puede requerir sesiones psicológicas para identificar el motivo del acoso y detener los ataques violentos. Si existen problemas de violencia intrafamiliar o tendencia a la crueldad, el profesional en el área hablará con los respectivos padres y la institución para tomar las medidas pertinentes.

Prevención

El consejo primordial es promover la empatía y el respeto. Asimismo, se debe educar a los niños en un ambiente sano y comunicativo, puesto que ellos reproducirán el ejemplo que observen en casa. Existen diversos consejos para evitar el bullying que pueden aplicar los padres, las instituciones y las personas testigos.

Para los padres de las víctimas

Si un hijo está sufriendo de bullying en el colegio, secundaria o universidad, como padres de las víctimas estos son los consejos que se deben aplicar:

• Reconocer el problema, mantener la calma y escuchar atentamente sin sacar conclusiones.
• No reprimir las emociones o acciones que sienta el hijo.
• Expresar que ningún abuso es culpa de la víctima.
• Dedicar tiempo para conocer a detalle los miedos, dudas, angustias, temores, etc.
• No disminuir los sentimientos del niño.
• Impulsar la autoestima con el autoconocimiento y comprensión de sí mismo como un ser único e invaluable.
• Apoyar en todo momento.
• Enseñar que demostrar los sentimientos no es un acto de debilidad.
• Acudir a la institución académica y plantear el caso de abuso.
• Evitar comentarios que bajen la autoestima.

Para los padres de los agresores

Los niños repiten el comportamiento de los padres, por lo tanto, si se tiene un hijo agresor, estas son algunas recomendaciones que se deben emplear:

• Evaluar la condición social y económica en el hogar.
• Hablar adecuadamente con el niño para identificar el origen del abuso.
• Conversar diariamente sobre sus inquietudes, aspiraciones, sueños, etc.
• Castigar las malas actitudes o comportamientos.
• Tolerancia cero a las respuestas violentas.
• Enseñar a pedir disculpas.
• Si la conducta agresiva persiste, acudir a ayuda psicológica.
• Promover los valores con el ejemplo.
• Enseñar a expresar los sentimientos sin alteraciones o ira.

Para las escuelas

Las escuelas son responsables de fomentar un adecuado ambiente de paz para impulsar la educación plena y satisfactoria. Si existen o se sospecha que haya casos de bullying en la institución, tanto los profesores como directivos deben ejecutar estos planes:

• Reforzar los valores.
• Identificar los síntomas del bullying en las víctimas.
• Ofrecer apoyo psicológico.
• Incentivar las charlas y ponencias sobre el bullying.
• Impulsar la autoestima entre los jóvenes estudiantes.
• Proponer un diálogo sincero y honesto.
• Identificar y corregir comportamientos abusivos que atenten contra la integridad de los estudiantes.
• Tolerancia cero a los prejuicios entre los compañeros. Evitar los apodos o comentarios discriminatorios.
• Fomentar el respeto y la empatía, así como otros valores sociales y familiares.
• Promover la justicia, responsabilidad, respeto y compañerismo.

Para las personas testigos

Al ser testigos de un acoso y no hacer ningún acto de defensa o denuncia, también se es cómplice silencioso del abuso. Por lo tanto, para evitar estos casos es recomendable que las personas quienes sean testigos del bullying realicen estas acciones:

• Denunciar el bullying a las autoridades competentes.
• Hablar con los familiares de la víctima y exponer el caso en caso de que el niño o adolescente tenga miedo.
• Rechazar los actos de violencia.
• No repetir rumores que causen daño y perjudiquen a la otra persona.
• Defender a la víctima de los abusos físicos, verbales, psicológicos, sexuales, cibernéticos o sociales.
• Expresarle a la víctima que no está sola.
• Ofrecer apoyo.
• Incentivar la búsqueda de ayuda psicológica en caso de que se observen conductas depresivas o suicidas.

El bullying es el abuso de poder o una forma discriminatoria de rechazar a alguien por cualquier condición, bien sea de raza, religión, físico, sexo, etc. El abuso prolongado puede ocasionar graves consecuencias, por ende es necesario atacarlo y prevenirlo a tiempo.